Todas las culturas, desde las primeras tribus hasta las sociedades actuales, cuentan con el arquetipo(1) de Sanador / Sanadora (Healer). Es parte de la experiencia humana el ser lastimado, ya sea física, emocional o espiritualmente. Este arquetipo es una manifestación del desarrollo evolutivo para confrontar el dolor de nuestra especie.
La curandera es una de sus manifestaciones y se asocia a prácticas medicinales, sanadoras y mágicas de culturas americanas y de otros continentes.
En México y Latinoamérica es una usanza sobreviviente en tiempos postmodernos, generalmente es ejercida por mujeres de sabiduría que cuentan con instrucción temprana y de vinculo hereditario. Aun así, también hay curanderas que son entrenadas de forma no hereditaria y fuera de su contexto familiar y cultural.

Los saberes ancestrales están resurgiendo como resultado de la desesperanza en la medicina alópata, el colapso ecológico y la marcada precarización de las comunidades, aunado todo lo anterior a los elevados costos de espacios dignos de salud y cuidados.
En la mayoría de los sistemas actuales, los cuidados del cuerpo y el espíritu son un lujo y no un derecho humano, sobre todo en las zonas más precarizadas. La perseveración de usos y costumbres antiguos (Las antiguas tradiciones) se vuelve no solo un acto necesario para la sobrevivencia de la comunidad, sino también un acción política y colectiva de defensa hacia un sistema que ha abandonado a los vulnerables.
Es justo en tiempos de colapso, cuando las fuerzas arquetípicas se manifiestan de manera evidente. El campo de lo colectivo se puebla de manifestaciones artísticas, sociales y políticas, así, las personas comienzan a explorar esos temas, las redes sociales se colman de información asociada a los misteriosos contenidos del inconsciente colectivo. El canto de las curanderas se hace presente en el mundo, más allá de la burla, más allá de descalificaciones y cientificismos colonizadores.
En la actualidad podemos ver una gran cantidad de artes sanadoras asociadas a arquetipo de la curandera, sin embargo, podríamos desglosarlas en tres grandes grupos. Las disciplinas aquí descritas no se excluyes entre sí y tienden a entrelazarse en una compleja amalgama de saberes integrativos, en donde la explicación de salud – enfermedad atraviesa los cuerpos, mentes, espíritus, territorios, etc. Es decir, en la mayoría de las visiones de curanderismo todo esta interconectado.
Curanderismo del cuerpo físico: Masajes (sobadas), cirugías, partos, dieta, hierbas, medicina natural, temazcal, cuidados paliativos, etc.
Curanderismo del cuerpo espiritual: Limpias, asesoría espiritual (Las pláticas), oráculos, lecturas, veladas, rezos, magia, curas de fe, sueños y presagios, plantas sagradas o de visión, etc.
Curanderismo comunitario: Magia ancestral, círculos sanadores, rituales colectivos, activismo y palabra medicina, especialistas rituales para provocar lluvias o ejercer influencia en cosechas y territotios, etc.
En un mundo globalizado y en continúa transformación, estos saberes han sido llevados y traídos por las cuatro esquinas del mundo. Los cargan las personas en situación de migración, las comunidades desplazadas por la guerra, hambre o el abondo del estado. También viajan en aviones lujosos en los maletines de editores y autores que las documentan para estudiarlos en universidades e instituciones. En este tiempo, incluso las podemos encontrar en redes sociales como tiktok, facebook, instagran, etc. Personas de todo el mundo están intercambiando y compartiendo saberes ancestrales de sanación para una realidad posmoderna colapsada. La curandera se hace presente de maneras misteriosas y simples, cotidianas o especializadas, directa e indirectamente.
Christian Ortíz.
1- Un arquetipo es el patrón ejemplar del cual se derivan otros objetos, ideas o conceptos. Es el modelo perfecto. En la filosofía de Platón se expresan las formas sustanciales de las cosas que existen eternamente en el pensamiento divino.
Post original en: Curanderismo Tradicional.
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