Edward Alexander (Aleister) Crowley nació en el Reino Unido en 1875, en el seno de una familia adinerada y de profundas raíces religiosas. Sus padres pertenecían a una secta fundamentalista cristiana muy conservadora, los Hermanos de Plymouth y su progenitor fue especialmente activo en este grupo, hasta el punto de convertirse en pastor.
La relación de Crowley con su madre fue siempre especialmente tensa, pues ésta no dudaba en denostarle, llamando a su hijo: «la Bestia». Este es un epíteto que luego, de forma claramente burlesca, adoptaría Crowley como propio.

El fallecimiento temprano del padre fue un duro golpe para Crowley, e hizo que su comportamiento se hiciera cada vez más difícil de soportar para la familia. Ya en su juventud, destacó por ser un rebelde, con una vida sexual escandalosa (era abiertamente bisexual) y un gran deseo de destacar entre la mediocridad victoriana que le rodeaba.
Crowley fue un joven con múltiples intereses, destacó como montañero, maestro de ajedrez, pintor, poeta, deportista, novelista, crítico y productor teatral. Pero, por encima de todo, Crowley fue ocultista y mago.
Tras una enfermedad que le hizo cuestionarse el sentido de la existencia, Crowley tomó contacto con la Orden Hermética de la Golden Dawn, un grupo ocultista basado en Londres, en donde fue iniciado el 18 de noviembre de 1898. Allí compartió estudios con Arthur Edward Waite, el autor del Tarot Rider-Waite-Smith.
Repudiado por varios miembros de la Golden Dawn, entre los que se encontraba el poeta W. B. Yeats, Crowley intentó dar un golpe de estado en el seno de la sociedad, a fin de tomar el poder. El intento fue fallido, pero significó el principio del fin de este grupo Hermético.
En medio de una gira de viajes y después de formalizar un matrimonio de conveniencia con Rose Edith Kelly, Crowley recibe una inspiración que dará pie a su «Libro de la Ley». Esta obra será el pilar sobre la que fundará su religión telemítica.
A partir de la revelación del «Libro de la Ley», Crowley funda su propia religión e instaura una Abadía de Thelema en la localidad siciliana de Cefalú, en 1920. En este lugar, acompañado de su amante Leah Hirsig y varios discípulos, desarrolla diversos rituales. Después de la muerte de uno de sus adeptos, probablemente accidental, se creó una gran polémica en torno a las actividades del grupo. Como resultado, en 1923 Benito Mussolini ordenó que Crowley fuera expulsado de Italia.
El Tarot Thoth es probablemente la obra más importante de los últimos años de Crowley, pues en él se sumariza gran parte de su esfuerzo por establecer vínculos entre diversas tradiciones espirituales, renovando de paso el simbolismo tradicional de las cartas.

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Para ejecutar los diseños de las cartas, Crowley eligió a una pintora de su círculo, Lady Frieda Harris, quien era esposa de uno de los líderes políticos del parlamento británico. Harris ayudó financieramente a Crowley y entre ambos surgió un gran afecto y mutua admiración.
Aunque la idea inicial de Crowley consistía en diseñar su Tarot en seis meses, el proyecto se prolongó durante cinco años, entre 1938 y 1943. Este proceso ayudó a que tanto Crowley como Harris profundizaran tanto en los símbolos como en el diseño de los naipes. De hecho, hasta llegar al resultado final, Harris tuvo que pintar algunas cartas hasta ocho veces.
El tarot Thoth fue editado por primera vez de forma privada en una tirada de 200 copias, pero ninguno de sus autores vivió lo suficiente como para verlo publicado de manera masiva. Aleister Crowley murió en 1947 y Frieda Harris en 1962.
La primera edición comercial del Tarot Thoth se realizó en 1969, y corrió a cargo de Ordo Templi Orientis. La calidad de esta edición era muy pobre y fue mejorada con una nueva sesión fotográfica y una nueva edición en 1977. Una nueva revisión precedida por nuevas y mejores fotografías, se produjo en 1986, y de nuevo en 1996.
Las ilustraciones del Tarot Thot presentan unas imágenes de profundo carácter onírico, que nos dan la impresión de ser testigos de un sueño. Son cartas ricas en simbolismo, basado en el deseo de incorporar diversos sistemas ocultistas. De este modo, es posible hacer varias lecturas de este Tarot, basándonos en la mitología egipcia, en el simbolismo kabalístico e incluso en la alquimia.
Autor: Octavio Déniz
